HACIENDO EL AMOR CON MI ESPOSA

Es lo que me quedó.

Era para que siguieramos juntos.

Cuando hicieron el santuario de la niña salvaje,

todos olvidaron lo que era ser casados.

Cuando mi esposa fue enganchada en el fondo plano,

yo supliqué ayudarla.

Pero nadie vino.

Se escondieron en el arrecife.

Seguro.

Lo siento.

Escucha, chico.

Jamás te dije que te enseñaría a pelear con el tiburón.

Jamás lo haría porque jamás ganarías.

¿Y qué?

Te dije que te enseñaría a derrotarlo.

Pero cómo?

¿Con qué cerebro?

Ahora os lo diré.

¿Qué lo hizo contra mí?

Troll siempre ha sido bueno sobre ti,

tú no estás creyendo.

Es más que lo sabes.

Jamás has tenido que aprender sobre cosas más grandes que él.

Entiendo cómo usar tu egoísta para evitar a Troll.

¿Qué?

¿Qué?

Hola, Bob. ¿Te ves tan cansado que no se lleves mi gata?

Ay, apuesto que estás muy muy muy contento.

Sí. Él siempre ha sido así desde el principio.

¿Lo conoces?

¡Marisa! ¡Oh, claro!

¡Te dejo la mano y a mí no se te sube!

Caray, Bob. Dices una mala historia.

Mejor vuelve a la cama, hijo.

Si conozco a esa vieja porcura, soy el más inteligente.

Oye, pai. Si tienes oportunidad, dile a Marisa.

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