propios y extranos

¿Ah?

Me gustaría que la conocieras.

¿En serio?

Yo lo que pensé es que podemos ir al Palacio Español, entonces vos estás como en tu casa

jugando de local.

Viste que viene mi mamá por un par de días a Buenos Aires.

¿Ah?

¿Ah?

Me gustaría que la conocieras.

¿En serio?

Entonces, yo lo que pensé es que podemos ir al Palacio Español.

Así vos estás cómoda y, bueno, nos atendés.

Genial.

¿Y tu papá?

Mi papá...

Cuanto más lejos, mejor.

Créeme.

Ah, mi vida.

Es que...

¿Y si nos pasa algo?

Es que no quiero ni pensar cómo van a ser los hospitales allá.

Pero hay que hacer todo como vos querés, ¿no?

Decime que me querés. Decime.

Te quiero.

Yo te amo.

Te amo.

Te quiero.

¿Qué datio?

Esos serían otros dos mil pesos, cielo.

No hay problema.

¿Qué?

Eso serían otros 2.000 pesos, cielo.

No hay problema.

Ven acá, que te siga, chiquita.

No, no, no, no.

Tranquila, tranquila.

Ahora te lo tengo, chiquita.

¡No, no, no! - ¡Déjame!

¡No quiero! ¡Déjame! - ¡Tranquila!

¡No, no, no! - ¡Tranquila!

Ahora te tengo galleguita.

Ricardo?

¿Pasa algo?

Estás nerviosa por la cena con sus papás.

...